Por Gustavo Argueta
Ciudad de Guatemala
La agencia para los refugiados de Guatemala da cuenta las preocupaciones por la empobrecida situación que enfrenta el país, castigado por el crimen, y un aumento en el número de solicitantes de asilo bajo un acuerdo firmado con Washington.
Bajo el pacto anunciado el viernes, Guatemala se vuelve un llamado “tercer país seguro”, convirtiéndose en una zona intermedia para los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, lo que potencialmente elevaría las solicitudes de asilo en el país centroamericano.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presionado a México y Guatemala para que firmen tales acuerdos para que los solicitantes de asilo que pasan por su territorio pidan refugio seguro en esos países y no en Estados Unidos.
Guatemala sólo aceptó después de que Trump amenazó con imponer lo que el presidente Jimmy Morales describió en Facebook como “drásticas” sanciones económicas contra el país, que depende en gran medida de los miles de millones de dólares en remesas enviadas por los guatemaltecos en EE. UU.
Para el analista guatemalteco, Jorge Santos, afirma que el país tiene poca capacidad para atender a los migrantes y no cuenta con condiciones para mantenerlos a salvo.
Además, detalla que los niveles desigualdad y pobreza podrían elevarse por el embate del fenómeno de la violencia provocado por el ingreso de de pandilleros provenientes de Honduras y El Salvador.
El 14 de julio, la Corte Constitucional de Guatemala dictaminó que el presidente Morales no podía firmar un acuerdo de "tercer país seguro" sin la aprobación del Congreso.
Por su parte, Enrique Degenhart, ministro del Interior dijo: “No fuimos coaccionados, presionados, ni obligados a firmar absolutamente nada”.
Mientras tanto, las organizaciones sociales en Guatemala han incrementando las exigencias de renuncia al mandatario Jimmy Morales, señalado de fuertes actos de corrupción y nexos con el narcotráfico y crimen organizado.
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