Por Karen Quintanilla
Las clases virtuales comenzaron con un viernes 13, en el mes de marzo, para algunos es un presagio, las creencias mitológicas y algunas personas simplemente por morbo. Pero en realidad, todo aquello comenzó antes, sin embargo, abordaremos una historia desde el punto de vista de un estudiante de último año de diversificado y de cómo se enfrenta a un año tan crucial de su vida académica desde casa. Comenzamos.
TenÃamos una excursión para el viernes 13 de marzo, pero fue cancelada debido al covid-19, sin embargo ese dÃa fue nuestro último dÃa de clases, no fue como un dÃa de despedida o similar, solo un dÃa más, como si el lunes regresamos a las clases, lo cual no pasó, porque justo el dÃa siguiente por la tarde, publicaron que no volverÃamos más al colegio.
Algunos profesores comenzaron a contactar a cada estudiante desde el lunes, para indicarnos la nueva forma de estudiar, crearon dos plataformas, la verdad es que hacÃan lo mismo, pero debÃamos usarlas paralelamente.
Se cancelaron las excursiones, cualquier actividad y también consideramos que no lograrÃamos hacer prácticas, pues algunos de mis compañeros no tenÃan aún su lugar de prácticas aprobado.
La primera semana fue extraña, No tenÃa que levantarme a las 5:00 a.m. como de costumbre a bañarme, vestirme, desayunar corriendo y esperar el bus escolar. Ahora tenÃa la opción de levantarme más tarde, no tenÃa que cambiarme mucho y desayunaba durante las primeras horas de clase.
El internet de algunos maestros era muy malo o a veces mi internet se caÃa. Fue un lÃo, porque justo comenzaban mis exámenes prácticos en esa semana. Luego los teóricos, con plataformas que aunque eran fáciles para nosotros, no lo eran para los maestros y no siempre colocaban todo como era.
Definitivamente se podrÃa copiar, evadir o no hacer los deberes. Pero es algo personal. La primera boleta de calificaciones nos ponÃa nerviosos a todos, pero no nos fue tan mal, en abril nos dieron dos semanas de "vacaciones", pero realmente no se podÃa salir a ningún lado, fue en esos dÃas que cerraron el paÃs, unos de esos dÃas hasta habÃa puesto toque de queda de todo el dÃa, no podÃas ni salir a la tienda.
Mayo que era un mes muy colorido y con actividades en el colegio, se volvió rutinario. Pero comenzaban los laboratorios, nos ponÃamos nerviosos, aunque sabÃamos que no serÃa igual que en persona. En el colegio siempre hacen pre laboratorios para ver cómo nos irÃa de "primas a primeras".
En realidad, no nos irÃa tan mal, estuvo bien, pero considero que pude aprender un poco más si fuesen clases presenciales. Algunos de mis proyectos no se lograban realizar bien, porque aún tengo duda de cómo serÃa hacerlo en fÃsico y las dimensiones.
Pensar en las clases, el internet que se iba a cada rato, la luz comenzó a irse en la colonia y por lo que supe en otras, durante el mes de junio, ahà volvimos a tener vacaciones, si se le podrÃa decir asÃ. Para ese entonces ya solo nos faltaba un laboratorio y con tantas dudas en la cabeza.
La ilusión de utilizar un traje para hacer prácticas no podÃa considerarla a este punto del año. Asà que simplemente lo acepté. Pero sà se sentÃa extraño. Los colegios por lo general tienen contemplados 3 bimestres para los que se van a graduar y ahora debÃan sacarse de la manga un nuevo bimestre. Muchas cosas fueron improvisadas y no sentimos que fuera lo mejor.
Para agosto, si no estuviéramos en cuarentena, habrÃa dejado de ir y empezado a prepararme para prácticas, lo digo porque mi hermana asà lo hizo hace unos años atrás. Pero no serÃa asà para mi.
Pero no solo eso nos preocupaba, pues algunos padres se quedaron sin empleo y el colegio le bloqueaba las plataformas a algunos compañeros cuando no cumplÃan con sus cuotas. Algo que alteraba todo, porque no era culpa de sus padres, el confinamiento habÃa provocado esto.
Algunos buscaron soluciones, enviando a la coordinadora sus tareas, pero sà era complicado. Más cuando eran exámenes. Creo que hasta hoy, algunos compañero tienen pendientes algunos exámenes. Lo cual es difÃcil porque tienen que mandar a hacer los tÃtulos.
En septiembre, cuando se comienza a hacer prácticas, tuvimos cursos de práctica, pero ni siquiera eran prácticas en realidad, porque todo era simulación. Lo cual pone en duda la calidad de los profesionales que se graduaran durante este 2020, al menos de nivel diversificado.
El ingreso a la universidad se volvió otro tema difÃcil. Con la única opción de manera digital, algunos no tienen el conocimiento para utilizar las páginas de la universidad, al menos si hablamos de la Universidad de San Carlos (Usac), pero el problema no solo limitaba eso, sino que al ser virtual, muchas veces el sistema se trababa y no dejaba que nadie lograra examinarse correctamente.
Los problemas con todas las plataformas que solo se solucionaban con correos o mensajes a las páginas, tomando en cuenta los problemas de las plataformas lograban estresarnos a todos.
Lloré un par de veces, porque no me sentÃa listo para la universidad y no sentÃa la ayuda de nadie, más que mi hermana. Solo me quedaba esperar.
Pero luego de terminar mis últimos exámenes, salieron nuevos problemas, las fotografÃas para los tÃtulos, los documentos que faltaban, hacer fila en el Registro Nacional de Personas (Renap), el banco, los estudios de fotografÃa, el colegio. La incertidumbre de la universidad, de nuestros diplomas y tÃtulos.
¿Cómo se supone que se enfrenta una pandemia a los 17 años, sin deprimirte?