La empresa fundada en 1984 por los surcoreanos Do Won Chang y Jin Sook, que marcó un antes y después en la industria de la “moda rápida” se declaró en bancarrota, lo que los obliga a cerrar un aproximado de 300 a 350 tiendas, incluidas 178 en Estados Unidos. De las 800 que tienen a nivel global, planean deshacerse de la mayoría de los locales internacionales en Asia y Europa, y solo algunos continuarán operando en América Latina.
Según expertos de la moda, la quiebra de la marca se debe a que los jóvenes cambiaron el gusto por comprar en centros comerciales para comprar en línea en sitios como Asos, Fashion Nova, Ebay y Amazon. Agregan que los jóvenes están interesados en comprar prendas amigables con el medio ambiente, como pantalones hechos de plástico reciclado, en lugar de artículos que van a desechar luego de usarlos un par de veces.
Otro de los factores es la popularidad que han obtenido las tiendas de segunda mano, donde las prendas pueden utilizarse una y otra vez. Según el reporte de Global Data Retail, la industria de la moda de segunda mano alcanzará los US$ 64,000 millones para el 2028, casi 1.5 veces más grande que la industria de la moda rápida.
"Obviamente, la industria minorista está cambiando. Ha bajado el tráfico en los centros comerciales y las ventas se están desplazando cada vez más a internet", comentó Linda Chang, vicepresidenta ejecutiva de Forever 21 en una entrevista a The New York Times.
Agregó que una declaración de bancarrota es un paso importante y necesario para asegurar el futuro de su compañía, le permitirá reorganizar el negocio y reposicionar la marca.
Forever 21 se uné a los 20 minoristas que han quebrado en Estados Unidos desde el 2017, donde resaltan la empresa Sears, Toys ´R´ Us, Charlotte Russe y Aeropostale. Aunque esta ultima aun mantiene tiendas abiertas.
Polémica tras polémica
La quiebra de la marca también se atribuye a una demanda presentada por la cantante estadounidense Ariana Grande, donde los acusa de haber usado a una modelo parecida a ella para hacer publicidad engañosa. En la demanda, el equipo de Grande alega que la compañía de moda buscó un acuerdo de patrocinio con ella a principios de 2019, el cual rechazaron debido a la falta de voluntad de pagar el valor justo por una celebridad como Ariana.
En julio, compradores que hicieron pedidos por internet recibieron junto a su ropa barras dietéticas gratuitas, lo que fue visto como una campaña que estigmatiza la obesidad.
Finalizando con las polémicas, varios diseñadores de moda como Gucci, Anna Sui, Diane Von Furstenberg y Anthropologie han demandado a la cadena de moda rápida por violar derechos de autor y marcas registradas, debido a la similitud que algunas prendas tiene con las creaciones de los diseñadores.
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