Las artesanías representan la vasta cultura de Guatemala y el esfuerzo de transmitir el talento e historia de cada emprendedor para promover la economía solidaria. No cabe duda que cada artículo es peculiar y ello atrae a nacionales y extranjeros.
La Casa Cultural Q'anil, en la 5ta. avenida 2-54 de la zona 1, reúne artesanos provenientes de distintas comunidades para ofrecer sus productos conscientes con el medio ambiente. El primer sábado de cada mes se llena de tejidos multicolor, artículos que irradian arte, y aroma de hierbas e incienso.
Por María Jossé España
Enrique Hernandez, artesano propietario de D'Mhanriquez - Arte en Semillas, asiste al Mercado Q'anil sin falta no solo para exponer sus productos, sino también para compartir con los demás artesanos. En este Punto de Encuentro, nos relató el surgimiento de su arte y cómo ha traspasado fronteras para mostrar la esencia de Guatemala y la energía del creador supremo.
Pese a la ausencia de su padre, recordó su infancia con alegría. Junto a sus amigos jugaba pelota en los callejones cercanos a su casa. Su madre, Genoveva Hernandez, fungió como madre y padre a la vez, siendo el amor el pilar principal en el hogar. Mencionó que es una madre abnegada y sacrificada sin dejar de lado su nobleza y ternura. Y ello precisamente fue una de las fuentes de inspiración para esforzarse.
Se considera una persona sencilla que disfruta de un plato de frijoles, plátanos fritos y queso, junto a una taza de café. Además, piensa que los colores: blanco, negro, café y beige, lo representan por ser "neutros y sobrios". Al mencionar Guatemala, no dudó en decir: "La patria que amo y que quiero enaltecer a través de mi trabajo digno y honrado. La patria que yo defendería porque me vio crecer y quiero que crezca".
Hizo una travesía por el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad, INTECAP, con el curso de panadería y repostería; estudió arte dramático en la Universidad Popular; e inició la Licenciatura en Informática con Especialización en Administración Turística y Hotelera en la Universidad Francisco Marroquín.
Desde pequeño tuvo el deseo de realizar muchas cosas saliendo de lo convencional, como elegir un curso de cocina en lugar de carpintería, porque considera que "no se sabe qué vueltas dará la vida y hay que prepararse para todo".
Comentó que en Guatemala no se cuenta apoyo constante para los artesanos y existe mucha envidia entre los comerciantes. "Atreverse, fallar, caer y volverse a levantar. Se debe tener mucha constancia. Creer en ti sin importar la marea que venga", enfatizó como consejo para las personas que desean emprender un proyecto.
La energía a través de las semillas
Las Esferas de la Abundancia surgieron como una ofrenda al niño Dios cuando profesaba el catolicismo, porque en ese momento atravesaba una situación económica complicada. Son esferas cubiertas de granos y semillas. Relata que a una persona le interesaron y se las quiso comprar. Él le comentó que ya eran una ofrenda, pero que podía darle tiempo para realizar otras y encontrar la forma de tratarlas contra plaga. Además, decora ángeles de barro con semillas. Posteriormente lo comercializó.
"No es por mí. Las esferas son catalizadores para que la energía mental desbloquee todas las malas vibras", indicó. Ha recibido relatos de personas que han encontrado empleo luego de obtener una esfera.
También recordó la historia de una persona del Mercado Q'anil que logró vender sus productos luego de que le obsequiara una esfera. "La tomé entre mis manos (la esfera) y le pedí a nuestro creador que bendijera a esta persona para que vendiera sus productos. No es la esfera en sí, es la intercesión", comentó.
Para finalizar, aseguró que, a través de sus creaciones, "la energía suprema puede transmitir un poco de fe y amor". No duda de que "toca almas y sentimientos" para inundar de paz a las personas que atraviesan momentos de aflicción.
Commentaires