Por Isaías Ramírez
Esteban, de pie, bajo el sol y rodeado de personas realizaba una demostración de cómo crea sus pinturas con aerosol. Este artista que trabaja sobre dos bancos plásticos, acompañado de un amigo, una maleta en la que transporta sus materiales y coloca sus pinturas en el suelo frente a la Iglesia San Francisco, sexta avenida del Centro Histórico, relata a continuación un poco de su vida.
Armando Esteban Ramos tiene 27 años de edad y posee doble nacionalidad: nicaragüense y guatemalteco, aunque ha pasado gran parte de su vida en Guatemala. Empezó a dibujar a los siete años, pero se dedica al arte en la calle desde hace cuatro años.
Estudió administración de empresas turísticas en la universidad, pero actualmente se dedica a las pinturas en aerosol, siendo esto su principal fuente de ingresos. Ha practicado retratos, acrílico, acuarela y óleo. Trabaja en el Paseo de la Sexta de miércoles a domingo de tres de la tarde a ocho de la noche.
¿De dónde proviene su interés por el arte?
Desde pequeño me interesó estudiar arte, me gustaron los colores. Mi motivación fue mi papá, pero nunca pude estudiar arte y terminé estudiando turismo aunque no se me ha quitado el interés por hacer pinturas, pues es mi forma de expresar mis sentimientos.
¿Por qué se interesó en la técnica con aerosol?
Es algo rápido, tienes que actuar, esbozarlo y plasmarlo rápido. Por un instante solo se hacen manchas, no se dibuja y te da más impresionismo. Hago principalmente paisajes, no por lo sencillo, sino porque me gusta bastante la naturaleza.
¿Cómo fueron sus primeras experiencias?
Creo que en todo trabajo, siempre hay críticas y consejos. Hubo gente que me dijo que no podía vivir de este trabajo, pero en cualquier ámbito hay días buenos y malos, lo más importante es perseverar y ver hasta donde llego.
¿Ha recibido algún curso para hacer este tipo de arte?
No, todo es aprendizaje empírico. Lo he perfeccionado yo mismo, lo que la gente se lleva no es un dibujo o pintura, sino que es una parte de mí y mi tiempo. Ha sido bastante tiempo para llegar a donde estoy, pero “primero Dios llegaré más lejos”.
¿Cómo aprendió este tipo de arte?
Todo fue de vista, cuando yo me dedicaba a hacer retratos vi a otra persona que hacía este tipo de trabajos y me pareció interesante. Estuve observándolo y practiqué todo aquí en la calle, no suelo hacerlo en mi casa.
¿Cómo ha sido el apoyo por parte de su familia?
Recuerdo que un día mi papá me llevó a una librería y me dijo que eligiera todo lo que quisiera para dibujar. Después tuve conflictos con mi abuelita porque ella pagaba mis estudios y no pude estudiar arte. Ahora que finalicé la universidad, han decidido apoyarme a que haga lo que me gusta.
¿Cómo han sido estos años dedicados solamente al arte?
Me ha llevado a muchos lugares, estuve cinco meses en México pintando en la Calle del Madero y Bellas Artes, fue muy bonito. Hace que conozcas más personas, que te relajes y expresar en un dibujo o pintura como te sientes. Conocer nuevas culturas, te ayuda a perfeccionar lo que haces pues amplia tu imaginación y experiencia.
¿Cuál es el mensaje que le diría a las personas que tienen pasión por el arte?
Lo más importante, es que si te gusta no lo deben dejar ir. Además, es importante reflexionar que “un artista más, un delincuente menos” es preferible colaborar con alguien que se está ganando el dinero sin perjudicar a alguien más, que colaborar con alguien que busca comprar drogas. El principal mensaje, es que puedan expresarse sin importar que tipo de arte y técnica sea o que le digan.