Por Isaías Ramírez
El Día Internacional de la Microcefalia, se conmemora el 30 de septiembre y con este motivo el Consejo Nacional para la Atención de las personas con Discapacidad, CONADI, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, expusieron que en Guatemala los casos de microcefalia causados por zika han disminuido.
Según datos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, entre el 2016 a la semana 30 del 2019, 500 niños y niñas han nacido con microcefalia de los cuales únicamente 63 están vinculados positivamente con el virus zika.
Ramiro Quezada, especialista en salud de UNICEF, indicó que invertir en estimulación y cuidados médicos tempranos es más sostenible y efectivo, pues los primeros mil días tienen un enorme impacto en el desarrollo del infante.
Comentó que todos los niños y niñas, es especial con discapacidad, que reciben atención temprana crecen protegidos de cualquier miedo, una sólida autoestima y estarán mejor preparados para sobrepasar los desafíos de la sociedad.
Quezada agregó que se necesita una mayor inversión en la creación de programas y servicios que promuevan el desarrollo de los infantes en especial a la niñez con discapacidad y que sean servicios de calidad y accesibles.
A la fecha, dichas organizaciones con apoyo de ASCATED, trabajan diversos proyectos en la prevención del zika y la colaboración para las familias de niños y niñas afectadas por este virus que aún no reciben atención. Estos programas se están realizando en Chiquimula, Quetzaltenango, Guatemala y Suchitepéquez.
La licenciada Rosa Aldana, presidenta de CONADI, señaló que se les debe asistir a los infantes en un proceso de habilitación y rehabilitación, no necesariamente físico sino también un desarrollo socioemocional para prepararlos a los tratos y comentarios de discriminación que pueden recibir por parte de la sociedad.
Los retos que viven los padres
Denis Pérez, presidente de Fundación Aliento, comentó que se brinda apoyo y acompañamiento a los padres que tienen hijos con discapacidad. También se han realizado talleres para poder tener un control médico, detectar los síntomas que pueden presentar, entre otros.
El nombre de esta fundación nace por las malas noticias que se reciben en los primeros diagnósticos médicos. Sin embargo, existen esas palabras de “aliento” que los ayudan a no rendirse. Actualmente se busca crear una guardería en la que los niños puedan continuar su tratamiento y terapias.
Karen, madre de Denise quien nació con microcefalia, relató su testimonio, “las noticias y los comentarios de los médicos suelen ser muy extremos pues no dicen que no hablará, no sonreirá e incluso que no se encariñen porque solo estará unos días”. Agregó que para ellos es una lucha constante pues sus hijos siguen con vida y están contradiciendo las predicciones médicas.
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