Por Marcela Durán
El presidente Jimmy Morales, durante su discurso en el acto de arriado de la bandera que aconteció esta tarde, mencionó que el Palacio Nacional de la Cultura ha sido testigo de desfiles nacionalistas, revolucionarios y soportado terremotos y hasta de actos terroristas, pero que continúa de pie.
El presidente recordó que dentro de dicha edificación está marcado con una placa de bronce el kilómetro cero, a partir del cual inician todas las carreteras del país; y sobre el descuido que había en el Palacio Nacional de la Cultura.
Haciendo una evocación al pasado, declaró: “Algo nos pasó en el transcurso del tiempo, algo nos pasó como país que nos olvidamos de lo nuestro, de nuestras carreteras, de nuestras escuelas, de nuestro pueblo. Fue un olvido tal, que hasta este palacio se estaba cayendo en ruinas, la placa del kilómetro cero ya no era dorada, así como ya no eran dorados los pasamanos y lámparas.”
El presidente exclamó: “¡Pobre palacio, sus terrazas se habían llenado de agua!” por el descuido al que había sido sometido. Más allá de enumerar todo el deterioro del palacio, preguntó de manera retórica, al cúmulo de gente que bullicio y de manera esporádica prestaba atención: “Si así de olvidado estaba el kilómetro cero, ¿Qué podemos decir de los demás? ¿Cómo estará el cinco? En el olvido.” dijo.
Expresó que hoy entregaban los primeros trabajos de restauración del palacio, pero que el trabajo debe continuar, así mismo indicó: “No sólo restauramos el palacio, sino restauramos nuestra Guatemala.”
El presidente Morales expuso que se había iniciado a restaurar las carreteras, ya que hace cuatro años, cuando él tomaba posesión del cargo, “el 70% estaban en mal estado” dijo. Mencionó que esperaba entregar el 80% de las carreteras reconstruidas y que solamente faltaría un 20% por arreglar.
Al finalizar su discurso, felicitó a todos los guatemaltecos tanto a aquellos que lo son por nacimiento, como aquellos que optan por la misma.
Los festejos en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional de la Cultura, finalizaron con la arriada de la bandera por los cadetes de la Escuela Politécnica, mientras eran detonados 21 cañonazos, y posterior a ello el estallido de un cúmulo de juegos pirotécnicos y la salida de las bandas de guerra de varios colegios.