Por Angel Santizo
Lenina García, secretaria general de la Asociación de Estudiantes Universitarios “Oliverio Castañeda de León”, AEU, comparte cómo surge la idea de tomar los centros universitarios, la experiencia de los días de protesta y hasta cuándo abrirán las puertas a los estudiantes junto al personal administrativo para reanudar las actividades académicas.
La toma inició en el Musac, junto al Colectivo Estudiantil Universitario, CEU, en rechazo al acuerdo migratorio entre Estados Unidos y Guatemala. Posterior a ello, tomaron el campus central y se sumaron más agrupaciones estudiantiles, en rechazo a la privatización que el rector Murphy Paiz y el Consejo Superior Universitario proponen.
La lucha ha sido agotadora para los estudiantes, que han tenido que pernoctar en las instalaciones. La resistencia ha aprovechado el espacio para realizar actividades culturales. Incluso hacen clases de baile, demostrando que pueden mantenerse en protesta de una forma recreativa.
“Los estudiantes tienen que saber que esto no es capricho que no vaya a tener un fin positivo, sino que es una lucha legitima para que la educación sea pública”, expresó García, motivando a los sancarlistas a informarse sobre la coyuntura universitaria.
Relacionado a la casa de estudios, hace una invitación a ser críticos con el sistema de educación superior, la pobre calidad de cátedra, y la inseguridad que existe dentro del campus central.
“Quienes cerraron realmente las puertas de la universidad fueron las autoridades, con todas las políticas que han aprobado”, comunicó la secretaria general, atribuyéndoles la responsabilidad de todo lo que está sucediendo.
Lenina es consiente de las condiciones deplorables en las cuales muchos sancarlistas llegan a estudiar, algunos por los servicios de transporte o por las condiciones laborales que no les permiten llegar a tiempo, diciendo que, si la universidad no forma profesionales para hacer un cambio en la sociedad, las condiciones de la educación seguirán siendo las mismas.
Se espera que el dialogo avance. Concluye diciendo que los centros serán liberados cuando haya respuestas positivas, y esto depende de las autoridades universitarias.
