Manifestantes de todo el mundo volvieron a las calles este viernes, a pesar de las advertencias de coronavirus, en una ola de indignación por la muerte del afroamericano George Floyd en los Estados Unidos y el racismo contra las minorías en sus propias naciones.
Por Edwin Tay
Las manifestaciones más grandes parecieron ser en Alemania, donde más de 10,000 personas se reunieron en Frankfurt y Hamburgo. Mientras en Londres, docenas se arrodillaron en solidaridad con el movimiento Black Lives Matter.
Como las autoridades advirtieron en muchas partes del riesgo de infecciones por COVID-19 en grandes reuniones, muchos manifestantes llevaban máscaras anti-coronavirus.
En Australia, los manifestantes marcharon a la Casa del Parlamento en Canberra, llamando la atención sobre el maltrato de los nacionales indígenas; mostraron imágenes en redes sociales, a pesar de los intentos de las autoridades por detener las reuniones debido al coronavirus.
Manifestantes austríacos se reunieron cerca de la embajada de los Estados Unidos, sosteniendo pancartas con lemas como "No hay razas, solo una especie", mientras que en Noruega miles de personas protestaron frente al parlamento noruego y cientos fuera de la embajada de los Estados Unidos.
En otros lugares, se organizaron manifestaciones en los Países Bajos, Liberia, Italia, Canadá y Grecia; en Francia se planearon más para el fin de semana, a pesar que la policía de París prohibió el sábado una protesta frente a la embajada de Estados Unidos, citando los riesgos de desorden social y el coronavirus.
Comentários